jueves, 12 de enero de 2012

La inequidad de la balanza



Muchas personas relacionan la balanza con un símbolo de equidad, sin embargo, no siempre es así; este aparato que en muchas ocasiones encontramos en las manos de aquella figura femenina que representa a la justicia, no es del todo lo que mayor refleja igualdad y equidad en medición y valoración en la comparación de 2 sustancias o acciones (suponiendo que podamos medir de manera física las acciones). 

Hoy me he tomado el tiempo de reflexionar un poco al respecto y he llegado a la conclusión de que este aparato nos miente, ya que únicamente hace una tonta comparación entre el peso de 2 objetos sin tomar en cuenta su valor, por ejemplo, si tengo 3 piezas del mismo tamaño de 2 sustancias distintas, digamos oro y cobre, imaginemos que colocamos una pieza de oro en un lado y en el otro 2 piezas de cobre, la balanza se inclina hacia la parte que tiene una mayor cantidad en lugar del valor, de esta manera nos podemos dar cuenta que en el valor que tienen las cosas nunca es equilibrada la balanza. Pero ¿qué pasa con los sentimientos? ¿Podemos aplicar esta premisa a los sentimientos?, yo creo que sí, por ejemplo con las mujeres que dejan a sus parejas por interés o los hombres que dejan a sus esposas por una mujer más joven, claro que hablamos de 2 cosas distintas, pero supongamos por un momento que podemos poner en una balanza estos 2 ejemplos, la mujer del primer caso determinó que es mejor estar con alguien que tenga más dinero a estar con alguien que quizá realmente la ama, en el segundo el hombre se inclino por la mujer con menos edad a pesar de que quizá su felicidad se encontraba con su anterior pareja. 

Desafortunadamente vivimos en una época en la que los valores humanos se están perdiendo, en donde es más importante tener una gran casa, el mejor auto, el último gadget, en donde los sentimientos y las ganas de luchar y salir adelante juntos como pareja, como equipo, en donde dejamos de hacer aquellas cosas que llenan nuestro espíritu, en donde luchamos por lo que creemos y en donde le damos la mano a quien lo necesita sin esperar nada a cambio, te invito a tomarte un momento y reflexionar: ¿en donde quedó el deseo del hombre por ser feliz?, ¿porque buscamos esa felicidad en cosas tangibles?, ¿porqué hemos dejado de hablar con Dios o con nuestra esposa o esposo? ¿Porqué ya no nos detenemos un segundo a deleitarnos con las bellezas que nos da la vida?, ¿a disfrutar de la compañía de nuestra pareja a media luz? 

Amigo lector la intención de este post es crear un instante de reflexión y hacer algo que muchos quizá hemos dejado de hacer, hablar con nosotros mismos, darle un vistazo a nuestras acciones y porque no lograr con eso ser mejores personas.

1 comentarios:

  1. Hola amigo Alucard!
    Creo que tiene usted toda la razón. El peso de las "cosas" puede ser el mismo, mas no el valor en si. Así con todo lo que nos rodea, incluyéndonos, antes de actuar sin pensar, debemos detenernos y reflexionar sobre nuestras decisiones. Hay sentimientos que tienen más valor que algo físico que se puede pesar o poner en balanza. Indiscutiblemente las cosas no valen por lo que pesan, sino que pesan por lo que valen.
    Gracias por esta reflexión y espero más post como este. Éxito!
    Un saludo! :)

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